En este post solo quiero dejar unos apuntes sobre estos dos temas: Habilidades globales y educación para el desarrollo para ampliar el tema de las competencias para la empleabilidad.
Si pensamos en términos de empleabilidad entendida como la capacidad para encontrar, mantener y progresar en un empleo, pensamos a la vez en una relación de dependencia entre un empleador y un empleado, es decir una empresa o institución y un trabajador. Y si en educación nos centramos en formar para esa empleabilidad, nos estaríamos (o estamos) centrando en formar empleados. Lo que se explicaría por el contexto político-económico centrado en el consumo como en el que estamos.
¿Es eso lo que queremos?
Por otra parte, los empleadores prefieren personas que sean creativas, flexibles, con capacidad de adaptación y de rápido aprendizaje, resolutivos, líderes. Es decir ,que tengan las llamadas soft skills o habilidades transversales, que les permitan trabajar en equipos colaborativos, sean optimistas, positivos y sepan gestionar adecuadamente el estrés.
Uno de los retos que tienen las instituciones de formación profesional y de postgrados es incluir esas habilidades en los programas formativos. Y la pregunta es, ¿Lo hacen? ¿Cómo lograrlo? ¿Cómo se mide o se evalúan esas competencias?
Es un tema complejo que aborda muchas aristas. En este sentido concuerdo con Heike Behle quien indica que para estudiar la empleabilidad habría que considerar al menos 4 aspectos: las características de personalidad, las habilidades individuales, la formación y entrenamiento que se reciba y el mercado laboral.
Así mismo, podemos preguntarnos,
¿Es suficiente aspirar a educar/formar para la empleabilidad?
Douglas Bourne, me hizo repensar esta aspiración al plantear habilidades más globales como meta de los planes educativos y que a la vez están recogidas en diversos documentos en los que se marcan pautas y objetivos educativos globales.
Recojo aquí su propuesta:
En síntesis, las habilidades globales para el siglo XXI serían:
- Comunicación y colaboración
- Creatividad y pensamiento crítico
- Competencia intercultural y ciudadanía
- Autorregulación emocional y bienestar
- Alfabetizaciones digitales
Vuelvo a la pregunta:
¿Cómo lo evaluamos? ¿Cómo sabremos que estamos fomentando esas habilidades y competencias?
En este artículo encontré que un camino hacia esa formación está siendo practicada con el enfoque de educación para el desarrollo. Esta incluye diversos aspectos como:
- Educación inclusiva
- Empoderamiento a través de las redes sociales
- Emprendimiento
- Sostenibilidad
- Fomento y conciencia de comercio justo
Me agradó encontrar ese esquema de evolución de educación para el desarrollo que trasciende el asistencialismo y evoluciona hacia la educación para el empoderamiento a través del conocimiento y la creación.
Centrado en el "hazlo por ti mismo" y con consciencia social, humana, global, planetaria
Es un un camino que nos están indicando desde otros ámbitos del saber ;-) Veo que hay convergencia.
Muy interesante, debo poner en práctica lo mencionado. Gracias Beatriz Marcano.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Miryam. Mucho ánimo y sigamos adelante ;-)
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